DEVOCIONAL: Romanos 3:21-31 | Para testificar correctamente


PUNTO DE PARTIDA:


Aquí comienza otra lección importante del libro de Romanos. Hasta ahora se había resaltado un ambiente desolador, la humanidad sin oportunidad de ser justificada en sí misma ante Dios; y sin nada que pueda hacer o lograr para que su pecado sea quitado. Pero ahora, el desenlace de Pablo en este pasaje está inspirado para dar esperanza al mundo a través de la obra de Cristo.
  1. La justicia de Dios en la ley implicaba juicio y condenación, pero Su justicia en Cristo implica redención gratuita para todos los que creen en Cristo, sin diferencia o acepción alguna. Ro.3:21-24
  2. La justicia de Dios en la ley implicaba un sacrificio en propiciación por el pecado del mundo. Lo cual fue cumplido sólo por Cristo. Por lo que sólo Cristo puede ofrecer esta salvación. Ro.3:25,26.
  3. La justicia de Dios en Cristo opaca las obras de los hombres, las cuales quedan obsoletas para cualquier justificación ante él. Pero hace resaltar la grandeza de la obra gloriosa de Cristo. No hay nada que el hombre pueda hacer que se compare a lo hecho por Cristo, por esto nadie se justificará por buenas obras. Ro.3:27-28
  4. La justicia de Dios en Cristo satisface la justicia de Dios en la ley. Por esto, el hombre puede ser justificado únicamente por la fe, sea judío o gentil, sólo la fe en Cristo Jesús le salva. Ro.3:29-31


SOBRE LA MARCHA:


Dios empezó dando una terrible noticia para la humanidad. Sin embargo, termina anunciando una gran esperanza de salvación por medio de su Hijo Jesucristo. Así debe ser cuando predicamos el evangelio. El mensaje de esperanza debe venir inmediatamente después de la terrible noticia de un juicio inminente. Esto nos enseña lo siguiente: Hasta que la persona no entienda que es realmente pecadora y que está perdida sin chance alguna, no podrá entender la maginitud de la obra de Cristo ni el amor de Dios para con todos.

Testigos de Jehová, mormones, católicos, etc. reconocen que Jesús murió por sus pecados y que sin su sacrificio no podrían ser salvos. Sin embargo, esto solamente es algo más que agregan a su lista de obras y esfuerzos propios que, según creen, son indispensables para su salvación. En el fondo, su fe está puesta en sus propias obras. Pero, por lo que hemos apreciado en este pasaje, la justificación es un regalo, es gratuito (Ro.3:24).

Y como todo regalo, a ti no te cuesta nada, sólo debes creer y tomarlo. Sin embargo no es gratuito para quién lo regala. A Dios le costó la vida de su Hijo.

Como vemos, Pablo estaba concentrado en anunciar y enseñar correctamente el evangelio de Cristo. Entender bien el evangelio trae como consecuencia una buena práctica de la fe.


ALCANZANDO LA META:


¿Aún piensas que te salvarás por tus buenas obras? Si es así corrige aquello y confía sólo en Cristo para tu salvación. Por otro lado ¿Anuncias correctamente el evangelio a las personas? Aquí te dejamos algunas pautas que te ayudarán a testificar del evangelio correctamente:
  1. El evangelio más que una invitación amable es un mandato soberano al arrepentimiento. El evangelio es la buena noticia que se imparte inmediatamente despúes de la mala. Para que las personas entiendan la importancia de esta noticia, debe entender primero la gravedad de la condenación. Y sobre todo, que es aún más grave rechazar la salvación pues es un mandamiento directo de Dios que todos se arrepientan. Hechos 17:30-31
  2. El tema central del evangelio es la persona de Cristo.
    No la religión, ni las denominaciones, ni diferencias teológicas. Es importante que cuando compartas de tu fe con otros no caigas en discusión sobre otros temas inapropiados, habla únicamente de Cristo. 1 Corintios 1:23; Tito 3:9
  3. El evangelio debe entregarse completo.
    No sólo se debe anunciar la muerte de Cristo, sino también su sepultura y resurrección. Las tres cosas tienen un profundo significado para la vida de la persona, a fin de que se identifique correctamente con Cristo. Por lo tanto, estudia estas cosas con cuidado. 1 Corintios 15:1-4.
  4. El énfasis correcto en la predicación es la salvación de la condenación y una vida nueva en Cristo.
    No sanidad de enfermedades, milagros, resolución de problemas, cumplimientos de deseos o cosas semejantes a estas
    . Hechos 17:3. No entretengas a las personas con asombrosas pláticas ni tampoco otorges promesas de bienestar y sanidad con tal que reciban a Cristo.
  5. El evangelio debe otorgarse de manera sencilla.
    No pretendas hacerles notar a las personas lo mucho que sabes, ni uses una oratoria exagerada con términos técnicos y teológicos. Lo importante es hablar de modo que la gente comprenda bien el mensaje y que Dios nos avale con su Poder. 1 Corintios 2:1-4.
  6. El evangelio debe compartirse en dependencia del Espíritu Santo.
    No intentes convencer a las personas, eso es labor del Espíritu del Señor. Tu deber es trasmitir el mensaje tal y cual ha sido entregado por Dios
    . Juan 16:8; 1 Pedro 4:11; Efesios 6:20.


UN REFRESQUITO:


1Pedro 3:18 | “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios..."

Tito 3:4-5 | "Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia…”

Efesios 6:20 | “por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.”

1 Pedro 3:15 | “sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros..”

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