Cómo mejorar nuestro liderazgo como padres

como mejorar nuestro liderazgo como padres

“Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros”. 1 Tesalonicenses 2:1-12

COMO EL PADRE A SUS HIJOS: Cuando mencionamos la palabra “liderazgo” algunos tienden a proyectarse, en sus mentes, imágenes de grandes empresarios o autoridades de renombre en la sociedad. Así mismo, están los que inmediatamente piensan en los líderes de las iglesias. Pero muy pocas veces se considera a los padres del hogar como líderes que están trabajando en la formación de otros líderes.

Pero si nos detenemos a pensarlo mejor, el hogar es la cuna de todo buen liderazgo. Si los padres de familia se concentraran mejor en ser mejores líderes para sus esposas e hijos, esto nos llevaría a una sociedad mejor liderada también. Así que, esta vez me concentraré en exponer acerca del padre de familia en su papel de líder.

Si exploraríamos el nuevo testamento para buscar un líder excelente con el fin de aprender de él. Sin duda, después del Señor Jesús, ese líder sería el apóstol Pablo. Vamos a enfocarnos principalmente en su liderazgo. Nuestro propósito no es hacer un estudio de la vida suya, ni un análisis profundo de su liderazgo, sino más bien rescatar algunos principios prácticos que nos ayuden a valorar y a desarrollar nuestro liderazgo en el hogar.

La forma más clara de explicar el porqué ponemos a Pablo como un buen ejemplo de líder para el hogar, es por la manera en que él conducía su liderazgo sobre sus discípulos (1Tim.1:2; Fil.1:22), sobre sus comisionados (Fil.2:9-12) y sobre la iglesia (Gá.4:19; 1Ts.2:7, 11).

Veamos 5 principios que aprendemos de Su ejemplo, para mejorar nuestro liderazgo en el hogar:

1. Dependa del poder de Dios aunque eso implique sacrificio.

pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición” 1Ts.2:1-4

Si consideramos el liderazgo del hogar desde una óptica humana, todos estariamos de acuerdo en que no es una tarea nada fácil. Es por eso que necesitamos del poder de Dios. En estos versos Pablo quiso decir que los argumentos humanos podían sufrir error, sucumbir a la impureza y perpetuarse por engaño. Pero los tesalonicenses experimentaron más que palabras, vieron el obrar de Dios mostrando su poder a través de él, aun en medio de gran oposición.

Entienda que su labor como padre no puede ser tomada a la ligera. Ser padre implica mucho más que llevar dinero al hogar. Ser padre es dejar un legado, y formar la imagen de Cristo en los suyos; de manera tal que eso impacte, inevitablemente, todo su entorno. Cuando nos cambiamos a esta perspectiva, entonces notamos lo importante que es depender del gran poder de Dios. Confíe en que si él le ha dejado esta misión, también le ha provisto de todo lo necesario para que usted la lleve a cabo. Para ser un buen líder del hogar no necesitas que Dios te allane todo el camino, solamente hace falta que acudas a él cada día.

2. Agrade a Dios, no a sus hijos.

“así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” 1Ts.2:4-6

Usted debe reconocer que Dios le ha otorgado el privilegio de llevar las riendas de su hogar. Su casa es su primer ministerio y además el más importante. Y como todo ministerio que Dios otorga a sus hijos, éste también se debe dirigir con las bases y principios de Dios, y con el mismo propósito de siempre: “La gloria de Dios”.

Por lo tanto, usted debe tener siempre presente que su hogar esta diseñado para glorificar y servir a Dios. Es por ello que Dios mismo encarga, muchas veces, que: Discipline a su hijo a tiempo, que los crie en amonestación y disciplina [instrucción] del Señor, que lo corrija sin necesidad de exasperarlo, que lo aliente y lo gobierne de tal manera que no estén acusados de nada. No consienta en nada a sus hijos, edúquelos, enséñele principios y valores de como comportarse y como respetar a su prójimo, etc. Y esto hágalo todos los días sin descanso, siempre usando la palabra. [Dt. 6:6-9]

3. Que no escaseen en usted el afecto y la ternura.

“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.” 1Ts.2:7-8

El ser firme en la educación y la disciplina no significa que la ternura y el afecto quedarán anulados. Sino al contrario, estos son ingredientes que deberían abundar en su liderazgo. Sus hijos no son soldados que entrena para la guerra, son personas con sentimientos y necesidades sociales y afectivas. Rodéelos de amor y encanto, juegue con ellos, permítanse unas travesuras juntos, salgan a pasear y vívalos al máximo. Que nunca sus hijos tengan que recriminarle no haber tenido tiempo ni espacio para ellos. La manera en que Pablo tiene para explicar esto es usando el ejemplo de una nodriza que por años se ha dedicado al cuidado de hijos ajenos como si fueran suyos y de un momento a otro ya tiene sus propios hijos. Su cariño de esta madre será doblemente más grande y afectuoso aún porque son suyos y no de otros. Así debemos amar a nuestros hijos con toda la ternura de nuestro corazón. Mírelos como el regalo de Dios que no a todos les es concedido.

4. Sea ejemplo en todo.

“Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes” 1Ts.2:9-10

Sus hijos se harán una idea mental de las enseñanzas orales que usted le brinde, pero las adquirirán tal y como son de la enseñanza de vida que usted les ofrezca. Lo que usted es, será lo que determine el carácter de sus hijos. Usted podrá ser muy elocuente con sus palabras o muy enérgico en su disciplina, pero si no es un buen ejemplo a seguir no espere buenos resultados en sus vidas. Si quiere hijos estudiosos, trabajadores, empeñosos, rectos, alegres, responsables, etc... Sea primero usted todo eso, que el aprende de lo que ve en usted, aunque no se lo diga, o ni el mismo lo sepa.

5. Ofrezca seguridad de Padre, sea el guía espiritual.

así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria” 1Ts.2:11-12

Usted se ha trazado para este nuevo año metas que honren y glorifiquen a Dios, y le felicito por ello. Pero Dios quiere que sepa, que esas metas se cumplirán dependiendo de su labor como líder en su hogar. Dios podría dirigir y hacerlo todo por usted, pero él le ha dejado el privilegio a usted mismo. El Padre amonesta día tras día a cada uno de sus hijos porque el fin es lograr que ellos se conduzcan de una manera digna del reino de Dios. Pablo, al presentar su liderazgo usando este símbolo del Padre, nos da a entender que Dios diseño la labor de los padres para este propósito. Usted debe ser quien tome las riendas espirituales de su hogar, no deje eso a su esposa o a otros, asúmalo con valor. Prepárese en la palabra, busque apoyo en su iglesia para aprender más. Porque recuerde siempre esto: Usted es el guía espiritual ¡Usted es el líder!

“buenos Padres heredarán buenos hijos.” Así es mis hermanos, sea un líder para los suyos.

Así que comience por apagar más el televisor y la computadora. Y encienda más la comunicación y el afecto. Los juegos, paseos, y comidas son el pretexto ideal para comenzar a ganar influencia sobre los suyos. Escape de la rutina y la monotonía. Comience a entrenar a su familia en el servicio a Dios y a los demás, aun cuando no tenga ningún cargo o posición dentro de la iglesia o su comunidad.

El liderazgo que usted influya sobre los suyos determinará el rumbo y el éxito de su familia, la de sus hijos y la de su nación. ¿Por qué conformarnos con solo ser provisores de dinero? ¿Por qué quedar satisfechos con solo haberles dado estudios a nuestros hijos? Pensemos con los ojos del Señor, pensemos en grande, pensemos en dejarles un legado que glorifique a Dios.

Porque como decía un viejo articulo que leí: “Los hijos no esperan” – Y en el momento menos previsto ya habrán crecido, ya estarán formados. Muchos de ellos quizás con caminos incorregibles, y esta sociedad lo sentirá. Dios le ha delegado esta importante labor de líder en su hogar, y no tema llevarlo ya que él le ha provisto de lo necesario para poder hacerlo. Bendiciones.


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