DEVOCIONAL: Romanos 7:1-13 | Seis maneras de vivir nuestra libertad cristiana

DEVOCIONAL ROMANOS 7.1-13 Vivir la Libertad Cristiana

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gálatas 5:13


PUNTO DE PARTIDA:


En el capítulo anterior Pablo había dicho que ya los cristianos son vencedores sobre la ley que les acusaba. Ahora Pablo va a demostrar lo dicho usando como ejemplo el matrimonio.

  • En el contexto judío, Pablo sería acusado de cometer adulterio espiritual al enseñar que uno es libre de la ley. Pero en la ley misma dice que si una mujer se casa con otro hombre después que su esposo haya muerto no es considerada adultera sino que es libre de la ley del marido. Rom.7:1-3
  • Pero alguno dirá, si pero la ley (el marido) no ha muerto, y está en lo cierto, pero quiénes han muerto son los creyentes (la esposa) para ser de otro marido (Cristo). De igual manera que sucede en la ley terrenal, no es adulterio si nosotros morimos en Cristo a la ley. Rom.7:4
  • La ley exigía la muerte del pecador (Rom.7:5). Una vez muertos en Cristo ya cumplimos con la ley.
  • Ahora, vivimos en un régimen superior. El régimen del Espíritu (Rom.7:6). De manera que ya no servimos a la ley sino a Cristo. Somos verdaderamente libres.


SOBRE LA MARCHA:


Era posible que hubieran cuestiones en contra del mensaje de Pablo, como: ¿Entonces la ley es pecado? ¿Si la ley no liberta entonces para que la dio Dios?

Pablo dice que la ley fue dada:

  • Para conocer lo que es el pecado. Rom.7:7
  • Para conocer lo imposible que es limpiarnos del pecado. Rom.7:8-11
  • Para conocer lo santo que es Dios y su palabra. Rom.7:12
  • Para conocer lo horrendo del pecado. Rom.7:13
  • Para que pudieramos ser libertados sólo por Cristo. Rom.7:4

Conociendo estas cosas es que entonces pudimos aceptar la gracia de Dios en Cristo. A partir de entonces, podemos ver la vida cristiana como un conjunto de reglas que debemos cumplir (vivir en la esclavitud de la ley) o la podemos ver como la oportunidad de hacer lo mejor para Dios con verdadera libertad y gratitud (vivir en el Espíritu).


ALCANZANDO LA META:


¿Vivimos nuestra libertad cristiana como una carga o como un privilegio?

Aquí te dejamos 6 maneras para vivir tu libertad correctamente:

  1. Sé agradecido con Dios. (2 Ts.5:18)
    No importa que tan duro pueda parecer el escenario, el final de la obra siempre termina bien para Dios. Por eso vive agradaciéndole por todo y hazlo no sólo con la boca.

  2. Deposita toda tu confianza en Cristo. (Heb. 4:16)
    Confiar en Dios implica dejar de confiar en uno mismo. Sabemos que estamos confiando más en nosotros cuando estamos apegados a la ley y lejos de la gracia. Mejor vivamos postrados ante él.

  3. No juzgues con dureza a otros. (Lc. 6:37)
    Vivir en la verdadera libertad nos permite ver a los demás desde una nueva perspectiva. Esto nos motiva a levantar a otros en lugar de condenarlos por lo que hacen.

  4. No te sometas a un régimen estricto de reglas para aparentar espiritualidad. (Gá. 6:13; Hch.15:10)
    Muchos han dejado el lado ceremonial de la ley, dicen que basan su salvación sólo en Cristo, pero aún practican el espíritu externo de la ley, por lo que se vuelven legalistas en sus actitudes. Nadie los somete, ellos mismos lo hacen y pretenden someter a otros y así no se disfruta la libertad de Cristo.

  5. No uses tu libertad cristiana para vivir en el pecado. (Gá.5:13)
    La verdadera libertad se disfruta en santidad. Somos libres del pecado, de Satanás y del mundo. Somos libres de todo lo malo para poder vivir haciendo lo bueno. No confundas la libertad con el libertinaje.

  6. Sirve a Dios con todo lo que tienes. (Heb.6:10)
    Es la mejor manera de mostrar gratitud al Señor que nos salvó por gracia. Que todo lo que tienes, lo que eres y lo que anhelas ser, sean sólo para él.


UN REFRESQUITO:


Col.2:20-21 | “Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques.

Salmos 28:7 | "Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré."

Col. 3:3 | “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.”

Salmos 78:7 | "A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos"

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