¿Los Cristianos podemos celebrar la Navidad? | 8 Principios bíblicos a tomar en cuenta | 1 Corintios 10:23-33

Estamos cerca del mes de Diciembre y muchos hermanos ya me están haciendo la pregunta sobre si podemos o no podemos celebrar navidad. Mediante este artículo voy a responder a la cuestión sobre el trasfondo pagano de la navidad, y la falta de mención literal sobre la navidad en la Biblia. Vamos a responder de una manera sencilla y ordenada.

El sentido común de las cosas.

El argumento más común contra la celebración de la navidad es que ésta es una celebración de origen pagano, y que, por lo tanto, los que la celebran se constituyen automáticamente paganos y enemigos de Dios. Pero, si aceptamos este hecho como un fundamento absoluto tendremos que abandonar o rechazar también todas las cosas de nuestro día a día que tienen origen pagano.

Por ejemplo: la celebración de varios días civiles del calendario, ciertas vestimentas que usamos, ciertas comidas que preparamos. Y hasta los días de la semana, porque todo esto es de origen pagano. Necesitaríamos mucho tiempo para hablar de este punto, sería una nota muy extensa.

Lo importante es que se entienda a qué queremos llegar con lo dicho, que sería virtualmente imposible practicar, pronunciar o hacer todas las cosas y que absolutamente todas estén libres de tener algo pagano. Por lo tanto, el argumento que dice que celebrar la navidad es pecado porque tiene origen pagano es tan absurdo como decir que “es pecado comprar un Volkswagen porque tiene su origen en el régimen Nazi”.

¿Si algo no está literalmente en la Biblia es antibíblico?

Es un hecho que los cristianos tenemos que conducirnos mediante los principios bíblicos de Dios. Así que, siempre deberíamos preguntarnos qué dice la Biblia sobre cada tema. Pero si nos preguntamos: ¿Qué dice la Biblia acerca de celebrar la navidad? obviamente hallaremos que la Biblia no dice nada específico al respecto ¿Pero esto significa que celebrar la navidad es algo antibíblico?

Para resolver este dilema, basta con comparar este asunto con otras prácticas que los cristianos realizan con limpia conciencia sin necesidad de que éstas se encuentren contenidas literalmente en la Biblia.

Por ejemplo:

• Les inculcamos a nuestros hijos que puedan llegar a ser buenos profesionales “universitarios” aun cuando la “universidad” es de origen pagano. Así es, aunque las universidades no tengan su fondo original en la Biblia sino en la cultura pagana, y que en la mayoría de universidades enseñan cosas en contra de la existencia de Dios o de los principios bíblicos, hasta ahora no he visto a ningún cristiano condenar a otro por enviar a sus hijos a la universidad.
• También, muchos cristianos inculcan a sus hijos hacia el deporte porque se considera que es una práctica buena y saludable, es más hay cristianos que desearían que sus hijos lleguen a ser deportistas profesionales; pero el deporte tiene su origen en la cultura pagana que además servía como fondo de adoración a los falsos dioses. Pero, hasta ahora no he visto a ningún creyente que condene a otro por permitir que sus hijos practiquen un deporte.

Por otro lado, para que algo sea considerado bíblico no necesariamente tiene que estar contenido “literalmente” en la Biblia, sino que puede ser aprendido mediante principios presentes en la Escritura. Por ejemplo: hacer el devocional, congregar en un templo, enviar hermanos al seminario o instituto bíblico también; ¿Quién diría hoy que ir a estudiar a un instituto teológico es antibíblico porque no dice o no se ordena eso literalmente en la Biblia?

Observemos bien el panorama bíblico.

Si repasamos objetivamente el nuevo testamento, observaremos que Dios trató con el tema del paganismo de dos formas:

1. De forma directa:

No había algo más pagano que aquello que había sido sacrificado a los ídolos (falsos dioses) paganos. Nos referimos lo que Pablo llama “lo sacrificado a los ídolos”, esto era carne que previamente había sido sacrificada a los ídolos mediante actos ceremoniales; se ofrecía la sangre de estos animales en el altar y además podía ser presentado mediante actos impuros ante dichas divinidades. Luego esta carne podía ser ofrecida al público mediante dos formas: la venta común en el mercado o los banquetes familiares en donde se convidaba a los amigos o vecinos del anfitrión.

La iglesia estaba conformada tanto por judíos y gentiles. Los judíos, por supuesto, condenaban el sólo hecho de que alguien comiera este tipo de carne. Cuando se le preguntó a Pablo (un judío que había pertenecido al grupo religioso más estricto de los judíos) sobre este asunto, dice lo siguiente:

“Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina. Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.” (1Co.8:7-9)

A Pablo le interesaba más el hecho de no causar tropiezo a los débiles que el mismo acto de participar o no de lo sacrificado en culto pagano. Por esto, él sentencia, en su carta a los romanos, capítulo 14, de la siguiente manera:

“Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.” (Ro.14:1-3)

Aquí se maneja un principio de libertad de conciencia. Pablo pide que cada uno sea libre de practicar lo que le parezca correcto (sobre cosas no reveladas literalmente en la palabra) con tal que lo haga con fe. De manera que si no puede hacerlo con fe no será acepto (Ro.14:22-23). Así que, podríamos parafrasear la exhortación de Pablo de esta manera:

“El que celebra, no menosprecie al que no celebra, y el que no celebra, no juzgue al que celebra; porque Dios le ha recibido.”

Hay todavía un punto aquí que quisiéramos dejar para la parte final.

2. De forma indirecta:

En la Biblia, vemos que Dios y sus siervos usaron cosas que muchos cristianos de hoy llamarían cosas paganas:

• Comenzando por Dios mismo, usó a Egipto (una nación tremendamente pagana) para perseverar a su pueblo. Usó algunas prácticas mágicas de ellos para demostrar su poder sobre sus enemigos. Usó los conocimientos escriturales de los egipcios en Moisés para redactar y plasmar la ley de Dios. Es más, luego usaría a esta misma nación para preservar con vida a su propio Hijo Jesucristo cuando huyó de la mano de Herodes. Dios también usó el imperio griego para trasmitir su palabra, por ejemplo el Antiguo Testamento fue traducido al idioma griego, un idioma pagano, y Jesús citó muchas veces esa versión llamada Septuaginta. Además de esto, Dios usó el imperio Romano, la nación pagana más terrible jamás conocida, para extender su mensaje al mundo, por ejemplo con las carreteras romanas, sus infraestructuras, sus políticas, y sus leyes de paz.
• Por otra parte, habría que preguntarnos por qué razón Jesucristo resucitó en día domingo (un día pagano, el día del sol) y no en día sábado que simplemente significaba “el día antes del domingo” (para los paganos) y “el día del Señor” (para los judíos). Hay evidencias de que la iglesia de los primeros siglos adoraba en domingo por corresponder al día que resucitó el Señor Jesús. ¿Eran paganos por hacer tal cosa?
• Pablo también usó elementos paganos para buenos propósitos, por ejemplo: Cambió el uso normal de su primer nombre “Saulo” (hebreo) por su segundo nombre Pablo (romano, pagano). Predicó en el areópago griego (un lugar donde se enseñaba de falsos dioses) y en su predicación eligió usar un altar pagano (el altar al dios no conocido) como base de su proposición. Luego Pablo usaría a filósofos y poetas paganos para sustentar mucho de lo que decía en su mensaje. También usó una escuela de un tal Tiranno, que probablemente haya sido una de las escuelas filosóficas paganas que había en Éfeso. También, en sus epístolas doctrinales, Pablo usó cosas de origen pagano como el tribunal, la milicia, las legislaciones, y hasta los juegos ístmicos (olimpiadas paganas) como ilustraciones para enseñar la doctrina de Dios, de allí tenemos cosas como la adopción, la justificación, la armadura de Dios, la batalla de la fe, la carrera cristiana, el premio o los galardones, el tribunal de Cristo, etc. ¿Por qué Pablo no usó sólo las sinagogas para evangelizar o enseñar? ¿Por qué Pablo no usó solamente las escrituras para evangelizar o adoctrinar? ¿Era Pablo pagano por hacer estas cosas?

Con todo esto, no estamos diciendo que Dios aprueba las prácticas paganas, lo que estamos diciendo es que Dios puede usar muchas cosas, aunque tengan origen pagano, para buenos propósitos. Es así que uno tiene que marcar la diferencia dentro de lo que va a hacer. Si usted sólo va a celebrar navidad como todo el mundo lo hace entonces no sería muy apropiado, pero si lo va a hacer buscando cumplir con los propósitos de Dios está bien.

Alguno me va a preguntar, quizás si con lo que digo, entonces podemos hacer esto con todas las cosas de origen pagano. Y la respuesta es absolutamente que no. El cristiano tiene que ser lo suficientemente sabio y maduro para discernir en qué cosas puede participar y en qué cosas no. Por ejemplo, la celebración del Halloween se aleja de todo lo necesario como para que participemos de esa celebración con motivos evangélicos, aunque igual podemos usar la fecha de esa celebración para evangelizar a los perdidos desde una posición contraria a ésta. Pero así mismo, hay otras cosas que sí podemos aprovecharlas, participando en la celebración, como: el día de la madre, semana santa, fiestas patrias, etc.

Establezca una diferencia entre la celebración y la forma de celebrar.

Hay un principio muy sólido en la Biblia para casos como estos: “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1Ts.5:21).  Cuando alguien nos acusa por celebrar navidad, parece que, en sus mentes, nos miran inclinándonos hacia la imagen del dios invicto, y haciendo sacrificios o rituales impuros o macabros. Pero obviamente hay una gran diferencia entre la celebración de los cristianos y la de los incrédulos.

Participar de la práctica pagana sería más bien, por ejemplo, ir a la misa a que nuestras imágenes y símbolos sean bendecidas por un sacerdote, luego traerlas a casa para venerarlas. Prenderle velas al niño Jesús y rezarle. También sería hacer fiestas desordenadas en donde la gente se emborrache y entre en libertinaje.

Pero todo esto lo hemos desechado, lo que retenemos es lo bueno. Por ejemplo, la reunión familiar, el comer juntos y en buena comunión, la oración a Dios, cantar himnos, la lectura bíblica y el evangelizar a quienes lo precisan. ¿Somos paganos por hacer todo esto? no lo creo.

Pregúntese: ¿Es realmente importante el nacimiento de Jesús para la fe del evangelio?

Algunos dicen que los escritores del Nuevo Testamento no mencionaron, o no le dieron mucha importancia, al nacimiento de Cristo. Olvidando que hablar del nacimiento de Cristo es hablar de la "encarnación de Cristo" ya que Jesús no comenzó a existir a partir de su nacimiento, él ya existía antes de nacer sólo que se encarnó; y esto es uno de los hechos más trascendentales en toda la historia de la redención. Otros dicen que el nacimiento no es lo importante sino la muerte de Jesús, pero olvidan que sin nacimiento no pudo haber muerte, sin el nacimiento de Cristo no tenemos nada de doctrina cristiana y nos quedamos sólo con la religión hebrea. Así que, estos pensamientos son absurdos.

El nacimiento o la encarnación de Cristo es doctrina fundamental. Por lo tanto, los que tratan de restarle importancia al nacimiento de Cristo no han leído la Biblia o la leen mal. Veamos una pequeña lista de versículos que nos ayudan a demostrar como el nacimiento de Cristo jugaba un papel fundamental en la predicación del evangelio y de la doctrina cristiana:

• 1 Timoteo 1:15 | "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero."
• Gálatas 4:4 | "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley"
• Romanos 1:3 |"acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne"
• Romanos 9:5 | "de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén."
• Hebreos 7:14 | "Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá"
• 1 Timoteo 3:16 | "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria."
• 1 Juan 1:2 | "porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó"
• 1 Juan 4:2 | "En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios"
• 1 Juan 5:20 | "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna."

Repase los principios bíblicos para su celebración de Navidad.

Por último, vamos a volver al tema de lo sacrificado a los ídolos, pero esta vez en 1 Corintios 10, en donde Pablo concluye este tema con indicaciones claras. Por supuesto, Dios plasmó esto en su palabra no sólo por el problema suscitado en Corinto, sino además porque sabía que, aunque no siempre la iglesia iba a tener este problema con la comida en todas las culturas y todos los tiempos, sus hijos siempre necesitarían de estos principios en otros temas similares.

De aquí rescatamos 8 principios con los cuales usted podrá celebrar navidad con limpia conciencia:

1. Elija con sabiduría que es lo que conviene hacer y qué no, en su celebración.

Aquí tiene que considerar algunas cosas como el uso de pirotécnicos, el brindis con algún tipo de licor, el tipo de música que se escucha o canta, y la participación en el consumismo y la vanagloria.

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” v.23

2. Anteponga el bienestar de los demás sobre sus propios gustos o deseos.

Debemos estar prestos a celebrar con una mirada que tenga por prioridad a Dios, luego a los demás y por último a nosotros mismos.

“Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.” v.24

3. No inicie ningún debate al respecto.

No use la ocasión para intimidar o avergonzar a algún pariente o cercano que no celebra o que tiene dudas sobre la navidad. Es mejor que no inicie ninguna discusión al respecto.

“De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia.” vv.25-27

4. De presentarse alguna condena por parte de un débil no le discuta, otórguele el beneficio temporal de la razón.

Bueno, no siempre es necesario que nosotros iniciemos el debate, a veces lo harán otros; pero ya sabe qué es lo que tiene que hacer. Por ejemplo, si un débil le dice: “no se deben prender esas luces ¿no saben que tienen un origen pagano?” sencillamente apague sus luces, que es lo irrelevante, y siga enfatizando a Cristo.

“Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?” vv.28-29

5. Participe en todo con acción de gracias.

Maneje buenas actitudes en todo momento.

“Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?” v.30

6. Tenga presente en primer lugar al Señor, hágalo verdaderamente para Su gloria.

Y recuérdeles todo esto a los demás que le acompañan.

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” v.31

7. Guárdese de aquello que no necesariamente sea pecado, pero podría ser de tropiezo para otros, especialmente incrédulos y niños en Cristo.

“No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;” v.32

8. Procure usar el evento como una oportunidad de ganar almas para Cristo.

“como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.” v.33

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