¿Qué nos diferencia de los Adventistas?

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¿En que nos diferenciamos con los Adventistas?

“Los adventistas pensaron que habían encontrado la llave del reloj profético, pero quedaron desilusionados cuando Cristo no apareció. Guillermo Miller debiera haber tomado en serio las palabras de Jesús referente a su retorno: “Pero del día y la hora nadie sabe” (Mt. 25:36). “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hch. 1:7).

Pablo Hoff

Todavía hay muchos que creen que los adventistas son una denominación evangélica más. De hecho, hay que admitir que se parecen mucho a nosotros, usan la misma Biblia que nosotros, cantan los mismos himnos, tienen un culto y un liderazgo espiritual muy parecido también. Además cuando ellos evangelizan, casi no se nota que tienen un mensaje diferente al nuestro.

Su nombre real es: “Iglesia Adventista del Séptimo Día”. El título “adventista” se da en base a la palabra advenimiento. Ellos proclaman la segunda venida de Cristo a la tierra. Y se hacen llamar “del séptimo día” porque guardan el día de reposo (el sábado) constituido en la ley hebrea.

Puntos en común:

Antes que nada, vamos a poner en lista, los puntos que ellos sostienen en común con nosotros. Para esto, basta con visitar su página web y ver su declaración de fe (http://www.adventistas.org/es/institucional/creencias/). Por estos puntos, ellos suelen ser confundidos con la iglesia de Cristo:

  1. La inspiración del canon bíblico. AT y NT.
  2. La Santa Trinidad.
  3. La Divinidad y Humanidad de Cristo.
  4. Dios como único ser supremo y creador de todo.
  5. La Personalidad y Divinidad del Espíritu Santo.
  6. La naturaleza pecaminosa del ser humano.
  7. La muerte expiatoria de Cristo y su resurrección.
  8. La vida eterna para los salvos.
  9. La iglesia local y la celebración de las ordenanzas: Cena y Bautismo.

Ahora, veamos las diferencias básicas entre esta organización y la iglesia de Cristo:

1. LAS REVELACIONES EXTRA BÍBLICAS.

Los adventistas consideran a los escritos de Elena de White como “consejos inspirados” de Dios, por lo que no se puede contradecirla o acusarla de error. Creen que el Espíritu Santo iluminó su mente para poder tener visiones de eventos futuros y para dar las instrucciones más precisas a los hijos de Dios durante los últimos tiempos.

Con sólo tener este tipo de revelaciones (extra bíblicas), que por supuesto añaden y restan mucho al mensaje bíblico, ya ellos están en una gran falta. Pero eso no es todo. Tenemos que dar a conocer que se ha comprobado que Elena de White cometió plagio intelectual en muchos de sus escritos:

Algunos ejemplos:

  • “El conflicto de los siglos” contiene grandes partes copiadas de “Historia del protestantismo” de J.A. Wyllie.
  • “El deseado de todas las gentes” se tomó partes de por lo menos tres libros: “La vida de Cristo” de William Hanna, “El gran maestro” de John Harris, y mucho más de “Vida y tiempos de Jesús, el Mesías” de Alfred Edersheim.
  • “Patriarcas y reyes” ha sido copiado principalmente de “Historia Bíblica: El Antiguo Testamento” también de Edersheim.

Muchos de sus pastores, desilusionados por esta falta de ética, dejaron la organización adventista. Entre ellos, quizá el más resaltante es Walter Rea, quien escribió el libro “La mentira White”, donde pone al descubierto todas estas cosas.

Nosotros, los cristianos bíblicos y genuinos, en cambio, creemos que la Biblia es la única revelación de Dios completa y suficiente para todos los tiempos. No tenemos nuevos profetas, apóstoles o revelaciones a parte de lo que hay en la Biblia; ésta es la palabra de Dios, nuestra única regla de fe y conducta. (Dt.12:·2; Pr.30:6; Ap.22:18-19; Dt.18:22-23)

2. EL JUICIO INVESTIGADOR O EXPIACIÓN INCOMPLETA.

Cuando falló la profecía adventista, de que Cristo retornaría a la tierra el 22 de octubre de 1844 (en base a una mala interpretación de Daniel 8:14), los adventistas inventaron, por medio del anciano Hiram Edson, que Cristo no había llegado a la tierra porque en realidad había salido del lugar santísimo y había entrado en el segundo compartimiento del santuario, y que en ese lugar se encuentra haciendo una investigación profunda, antes de su segunda venida.

¿De qué trata esta investigación? Lo ponemos en las propias palabras de ellos:

El Juicio Investigador revela, a las inteligencias celestiales, quiénes de entre los muertos duermen en Cristo, siendo, por lo tanto, considerados dignos, en él, de participar en la primera resurrección. También pone de manifiesto quién, de entre los vivos, permanece en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, estando, por lo tanto, en él, preparado para ser trasladado a su Reino eterno.” (Declaración de fe, página oficial adventista)

Esta doctrina, por supuesto, pone en duda la omnisciencia de Dios, como si Él no poseyera todo el conocimiento para saber quiénes son salvos y quiénes no. Además expone que la obra de Cristo aún está incompleta, y que la salvación finalmente es por obras y no por gracia. Así que, la doctrina del juicio investigador de Cristo no tiene sustento bíblico.

Nosotros creemos que Cristo ha efectuado una expiación completa (Jn.19:30); Además de que, siendo Dios y Señor, Cristo conoce todas las cosas sin necesidad de hacer ninguna investigación exhaustiva, él conoce aun lo que hay dentro del corazón de cada hombre (Jn.2:24-25).

3. EL SUEÑO DEL ALMA.

Los adventistas han malinterpretado o forzado ciertos pasajes bíblicos, especialmente del Antiguo Testamento, para sustentar su doctrina del sueño del alma. La cual enseña que cuando una persona muere, no tiene otro tipo de vida después, sencillamente que su alma está en la tumba y duerme totalmente inconsciente de cualquier realidad, hasta el día en que sean resucitados.

Por otro lado, ellos creen que la vida eterna será otorgada a los creyentes después de haber resucitado. Entonces, para ellos nadie tiene la vida eterna aún.

Todo esto, por supuesto, está en contraposición con la verdad tan claramente enseñada en la Biblia. “Estas cosas os escribo para que sepáis que tenéis vida eterna” escribió, a la iglesia, el apóstol Juan (1Jn.5:13).

4. LA DOCTRINA DE LA ANIQUILACIÓN.

Al igual que los Testigos de Jehová, los adventistas tampoco creen en el infierno. Los adventistas creen que todo ser humano fue creado con inmortalidad, pero que los pecadores no arrepentidos finalmente serán privados de esa inmortalidad. Ellos sostienen que los incrédulos, incluso Satanás y sus ángeles malvados, van a ser aniquilados en el día del juicio, es decir que dejarán de existir para siempre. Es más, Elena de White sostuvo que la doctrina del castigo eterno en el infierno es una de las doctrinas falsas que conforman “el vino de las abominaciones de la ramera” citado en Apocalipsis 17:4-5. Esto creen debido a un mal entendimiento del amor de Dios.

Sin embargo, para nosotros, la Biblia es muy clara en sostener que los impíos no dejarán de existir jamás. Más bien sufrirán eternamente, excluidos de la presencia de Dios. Ap.14:10-11; 19:20; 20:10,15; 2Ts.1:8-9; Mt.25:41,46

5. LA OBSERVANCIA DEL SÁBADO.

Según los adventistas, el sábado fue un día instituido no sólo para Israel sino para todos los hombres desde la creación del mundo. La observancia del “día de reposo, “séptimo día”, o “el sábado”, constituye una de las doctrinas más fundamentales para ellos, tanto que su misma denominación dice “Iglesia Adventista del Séptimo Día”. No sólo esto, sino que el sábado se coloca como el centro de toda su teología salvífica; por esto, ellos creen que la marca de la bestia es celebrar el culto en día domingo, que en un futuro el anticristo instituirá una ley dominical (guardar el domingo en lugar del sábado) y que ellos serán perseguidos por esto, ya que no guardarán el domingo sino el sábado.

Esto, por supuesto es un error de interpretación de Apocalipsis 13:16-17, donde claramente vemos que la marca es un distintivo que podía visualizarse en la mano o en la frente, además que podía ser usada cualquier día para comprar, vender o identificarte. Así que, pretender que la marca de la bestia es un día domingo, es una idea más que descabellada.

Nosotros no observamos el sábado, creemos que esa es una ley instituida para el pueblo judío solamente; Entre otras evidencias, una de las más claras es que desde la creación del mundo hasta la ley dada a los judíos pasaron aproximadamente 2,500 años en los que nunca se recalcó ni un solo mandamiento al respecto del sábado para la humanidad.

El sábado, como otros aspectos de la ley judía, era una representación, una sombra del ministerio de Cristo, y desde que él vino ya dicha ley no necesita seguir en vigencia. Por esto, Pablo dice claramente a los gentiles que nadie podía juzgarlos por no guardar el día de reposo (Col.2:16).

Nosotros, según los principios bíblicos, guardamos todos los días. Nuestra expresión de vida es una adoración a Dios donde sea que estemos y en cualquier horario (Jn.4:21,23-24). El domingo no es igualado ni es un reemplazo para el día sábado, la iglesia temprana se congregaba todos los días, y si es que consideraban algo más especial al domingo era porque ése fue el día en que resucitó nuestro Señor, el primer día de la semana y no el séptimo. Así mismo, hoy nos congregamos principalmente los días domingos, como una celebración y conmemoración de la resurrección de Jesucristo.

6. LAS DIETAS ALIMENTICIAS.

Los adventistas no comen animales que son considerados inmundos por la ley. Algunos son vegetarianos pero más que nada por temas de salud. Lo cierto es que las dietas alimenticias son enseñanzas doctrinales para ellos. Esto no es de sorprender, ya que la Biblia nos enseñó de antemano que una de las características de las sectas sería que prohibirían comer ciertos alimentos (1Tim.4:2-4).

Nosotros no tenemos tales imposiciones puesto el Nuevo Testamento es claro en enseñar: (1) que lo que comemos no es lo que contamina al hombre (Mr.7:15-19), (2) que lo que el Señor limpia no puede ser ya más inmundo (Hch.10:10-16), (3) que todos los alimentos son buenos y no se deben desechar (1Ti.4:4-5) (4) que se puede comer de todo sin temor (1Co.10:25), (5) que nada en sí es inmundo ya que el reino de Dios no consiste en bebida ni comida (Ro.14:14,17).

En conclusión:

Ya que los adventistas tienen doctrinas fundamentales muy ajenas y contrarias a la Biblia; Además de revelaciones inspiradas o sagradas a parte de la Biblia; y que basan la salvación en las obras de cada uno y no sólo en Cristo, debemos considerar a esta organización como una secta, un grupo religioso de carácter cristiano pero falso.

Como verán, no hemos realizado un análisis profundo a cada una de estas doctrinas ni hemos hecho una defensa exhaustiva contra éstas, puesto que el objetivo de esta serie es mostrar las grandes diferencias que hay entre las sectas y la iglesia genuina de Cristo cuyo molde es la Biblia y nada más.

BIBLIOGRAFÍA:

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Scroggie, W. Graham. El retorno de Cristo. CLIE.

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