PRINCIPIOS SOBRE EL MATRIMONIO Y LA IGLESIA

principios sobre el matrimonio

Es fundamental que la iglesia maneje principios sobre el matrimonio bíblicamente ordenado por Dios. Sobre todo en estos tiempos, donde el matrimonio y el hogar vienen siendo degradados de su diseño original. Veamos los principios bíblicos sobre el matrimonio y la iglesia.

1. EL MATRIMONIO DISEÑADO POR DIOS.

Como iglesia de Dios, es nuestro deber enseñar y practicar matrimonios que vayan de acuerdo al molde original del Creador. La Biblia está llena de principios para el matrimonio, aunque detalles más literales sobre el tema, para la iglesia, son más específicos que abundantes. Por ejemplo, casi toda la información en cuanto a temas de problemáticas del matrimonio la encontramos en . Mientras que las demás epístolas contienen sólo algunos aspectos sobre las funciones y deberes de los cónyuges.

Las características de un matrimonio fiel a la palabra de Dios:

  • Creemos en el matrimonio heterosexual.
    Es decir que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. La Biblia establece al marido y a su esposa. “cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.” 1 Corintios 7:2
  • Creemos en el matrimonio monógamo.
    Es decir que el matrimonio es entre una pareja de dos, el esposo con su esposa. La Biblia no admite matrimonios en la que un conyugue esté casado con varias esposas o esposos. “tenga su propia mujer, y su propio marido.” 1 Corintios 7:2; (Génesis 2:24).
  • Creemos en el matrimonio deleitoso.
    Dios diseñó el matrimonio para el disfrute y placer en pareja. Las relaciones íntimas y el afecto deben abundar en el matrimonio, siendo fieles el uno al otro y honrando a sus conyugues. Las relaciones sexuales no solo son para la procreación de hijos sino para el disfrute de la pareja. Cuando se rompe este principio hay muchos problemas y peligros en el matrimonio, 1 Corintios 7:3-5; Proverbios 5:15-19; Hebreos 13:14.
  • Creemos en el matrimonio inseparable.
    La Biblia contempla al matrimonio como la unión de una pareja para siempre. La única forma en la que un matrimonio se anula es cuando pierde su diseño original para el cuál fue creado, por adulterio, abandono o abuso y violencia que haga peligrar la vida e integridad de la pareja. Marcos 10:9; 1 Corintios 7:10.

2. IMPORTANCIA DEL MATRIMONIO CIVIL.

  • La iglesia debe considerar a una pareja como un matrimonio bendecido y establecido por Dios aún si la pareja sólo ha contraído el matrimonio civil, puesto que la Biblia enseña que la autoridad civil es establecida por Dios y en nuestro país (Perú), sólo las autoridades civiles tienen la prerrogativa de casar a las personas, más no las iglesias locales (Rom.13:1; 1Pe.2:13). Esto puede variar dependiendo del lugar donde usted se encuentre, pues hay países o estados donde es legal que una organización religiosa pueda casar.
  • Por lo tanto, una pareja casada civilmente puede convivir sin necesidad de imponérsele casarse por iglesia.
  • Por este motivo, el matrimonio civil es requisito indispensable para la pareja que quiera celebrar las bodas de su casamiento en la iglesia. En Perú, esto se conoce como “casarse religiosamente”.
  • Por otro lado, no se debe desmerecer valor alguno a los que se han casado sólo por vía civil. Como ejemplo:
    • La hermana que considera que su matrimonio no vale nada porque sólo se casó por civil y puede divorciarse cuando lo desee para volver a casarse
    • El hermano que pide disciplina para una hermana por vivir con su esposo con el cual sólo se ha casado civilmente
    • La iglesia que considera a una pareja en pecado porque sólo se ha casado por matrimonio civil

3. UNIÓN EN YUGO DESIGUAL:

  • La iglesia debe considerar como pecado de rebelión que un(a) creyente se case con un(a) incrédulo(a), en base a 2 Corintios 6:14. Si se da este caso, la iglesia no está obligada a bendecir este matrimonio con el acto ceremonial. La iglesia debe advertir y amonestar a los hermanos que quieran casarse con incrédulos. Sin embargo, el hermano(a) que se case con un incrédulo(a) asumirá sus propias consecuencias.
  • Más si alguien se reconcilió con Dios estando ya casado(a) con un incrédulo(a), dicho matrimonio es santificado, Dios no lo aprueba pero si lo permite y lo bendice. Esto si es que el incrédulo ama a su conyugue cristiano y quiere vivir con él o ella (1 Corintios 7:14).
  • Por lo tanto, el creyente no debe abandonar a su conyugue incrédulo. Si la mujer es la creyente, debe sujetarse a su esposo incrédulo como si él fuese creyente. Y la iglesia respetará esta unión.

4. LA RESTAURACIÓN EN EL MATRIMONIO.

La iglesia debe creer firmemente que el perdón, la reconciliación y la restauración están antes que la separación. Pero hay casos en donde esta restauración será imposible, sin embargo cada caso deberá ser analizado por separado y tratado según los principios bíblicos, por el pastor y/o hermanos espirituales de la congregación. 1 Corintios 7:11,15-16,27.

5. DIVORCIO Y SEGUNDO MATRIMONIO.

El divorcio será admitido sólo en el caso de que uno de los conyugues rompa el pacto matrimonial y se haya agotado todos los recursos posibles para salvar el matrimonio. No se admite un divorcio por cualquier motivo, así sea por mutuo acuerdo. Mateo 19:8-9.

Veamos algunas razones incorrectas para divorciarse:

  • Por diferencias o incompatibilidades.
  • Por enfermedades.
  • Por escases económica.
  • Por atracción hacia otras personas.
  • Por dilemas con los hijos.
  • Por celos y contiendas.
  • Por intervención de la familia.
  • Por crisis de tipo sexual.
  • Por haberse “apagado” el amor.
  • Por peleas de poder.
  • Por irresponsabilidades hogareñas.
  • Por infidelidad. (Aunque la infidelidad rompe un matrimonio, todavía existen los principios de perdón y reconciliación. Si hay verdadero arrepentimiento y un genuino perdón, la pareja todavía puede salir a flote).

En resumen, de todo lo que la Biblia tiene que decir al respecto, concluimos que el matrimonio queda anulado sólo en estos casos:

  • Con la muerte de uno de los conyugues. Ro.7:2
  • El adulterio o convivencia con otra pareja. Dt.24:1-4; Mt.19:9.
  • El abandono del conyugue incrédulo. 1 Co 7:15.

La separación de una pareja de creyentes, por otras razones, es permitida con la condición de que no se vuelvan a casar con otros, en todo caso deben reconciliarse dado por entendido que aquí sólo hubo una separación de cuerpos más no un divorcio. Si es que se casan con otras personas estarían adulterando (1Corintios 7:10-11). Hay que entender también, que Pablo dio este consejo bajo un contexto en el que se creía que la venida del Señor estaba demasiado cerca y la iglesia vivía bajo intensa persecución.

Pero de darse un divorcio bajo los términos permitidos, y apreciados anteriormente, el creyente es libre para volver a casarse, siempre y cuando cumpla con los siguientes principios:

  • Debe transcurrir un buen tiempo, el que sea prudente antes de volver a contraer matrimonio. Hablamos de años.
  • Debe casarse con una pareja creyente, que esté en buena comunión con Dios y la iglesia local.
  • Debe casarse producto de un amor sincero que haya florecido naturalmente entre ambos, sin condiciones o conveniencias por necesidad.
  • Debe casarse después de haber buscado y aceptado humildemente el consejo y la bendición de su pastor y líderes espirituales. Ellos son los que conocen más de cerca los casos particulares y resolverán si un(a) hermano(a) puede o no volver a casarse después de un divorcio.

Puede aprender y enseñar algunos detalles más en nuestro

Más en nuestra Serie Bíblica: