LA PUREZA DE LA VIDA
1 Juan 1:8-10
PUNTO DE PARTIDA:
Juan se incluye a sí mismo dentro de estas posibilidades (“si decimos”) porque la carta es una apología directa en contra de los falsos maestros y de sus “falsedades” que estaban minando el entorno cristiano de aquella época. Una de estas herejías enseñaba que lo que se haga con el cuerpo no tiene validez, lo importante para ellos era el alma la cual siempre se mantenía pura, por lo que ya no tenían pecado que confesar. Esto ponía a las personas en un plano soberbio ante Dios. Mientras que la enseñanza de Juan era que los verdaderos siervos de Dios vivían en constante confesión de sus pecados, reconociendo la gracia de Dios sobre sus vidas en plena actitud de humildad.
Así que esta enseñanza nos sirve para dos cosas:
- Para identificar a los falsos maestros y reconocer a los que si son siervos de Dios.
- Para examinar nuestras propias vidas a la luz de la gracia de Dios.
SOBRE LA MARCHA:
- Nos engañamos a nosotros mismos. No hay peor mal que caer en las consecuencias de nuestra propia siembra. Gá.6:7; Stg.1:22
- Le hacemos a Dios mentiroso. Dios ha declarado que sólo Cristo es hombre sin pecado. Heb.4:15
- La verdad, su palabra, no está en nosotros. Hemos dejado de confiar en la Palabra de Dios, para confiar en nosotros mismos. Pr.3:5
- Dios actúa en fidelidad y justicia. Esto es que Dios ya no nos mira directamente a nosotros sino por medio de Cristo. 1Cor.1:30
- Dios perdona nuestros pecados. Al contemplar el rescate de Cristo la justicia de Dios queda satisfecha y todo pecado es absuelto. Col.2:13
- Dios nos limpia de toda maldad. No hay pecado tan grande que Dios no pueda perdonar. Lo maravilloso de todo esto, es que Dios no solo perdona sino que “limpia” nuestros pecados, esto es “lo quita”, de manera que es como si nunca lo hubiéramos cometido. Juan 1:29; Hebreos 10:10-12.
ALCANZANDO LA META:
- ¿Cómo tratas con el pecado en tu vida, lo confiesas o lo ocultas?
- La pureza de la vida no se trata de no pecar nunca, sino de vivir a cuentas con Dios.
UN REFRESQUITO:
- "El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." Proverbios 28:13
- "Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado," 1 Pedro 4:1
- “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado” Hebreos 12:4