DEFINICIÓN: Una ordenanza bíblica es una práctica instituida o establecida por Cristo para que su iglesia la realice de manera regular y constante. El creyente que ama al Señor, y busca serle agradable, tiene que vivir cumpliendo estas ordenanzas hasta que él venga. Juan 14:15; 2 Timoteo 4:8
- Creemos que la Biblia presenta cuatro ordenanzas para la iglesia, dos en forma ceremonial y dos en forma vivencial o cotidiana. Éstas no son opcionales, son mandamientos. Practicarlas es obedecer a Dios, no hacerlo entonces equivale a ser rebeldes contra Su voluntad.
- Las ordenanzas ceremoniales son: El Bautismo y la Cena del Señor.
- Las ordenanzas vivenciales son: El servicio (simbolizado en el lavamiento de pies que Jesús hizo con sus discípulos, Juan 13:5,14) y la gran comisión (hacer discípulos, Mateo 28:18-20).
BAUTISMO.
- Una ceremonia por inmersión: Creemos que el bautismo es la inmersión total del creyente en agua, en una ceremonia pública, con el fin de mostrar su fe y salvación; identificándose de esta manera con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección...” Romanos 6:3-5
- Un simbolismo especial: Creemos que el bautismo es un símbolo y una demostración de la experiencia de salvación del creyente.
El bautismo no tiene algún poder especial para salvar. Eso sería salvación por obras y contradeciría a nuestra declaración de fe en cuanto a la salvación únicamente por medio de la fe en Cristo.
Lo que nos salva es la gracia de Dios que recibimos por fe (Efesios 2:8-9; Juan 5:24).
El bautismo no lava los pecados u otras cosas, sino que sencillamente es identificarse con la justicia de Dios por medio de Cristo (Mateo 3:13-17; 1 Pedro 3:21).
- Un encargo especial: Bautizar a las personas es parte de nuestra gran comisión, bautizamos a los nuevos creyentes en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, dando honor y gloria a las Personas Divinas de la Trinidad. Mateo 28:19,20
Cualquier hermano del cuerpo que esté cumpliendo fielmente las ordenanzas y esté sumiso a su pastor y a su iglesia local, puede administrar el bautismo, especialmente a sus propios discípulos, los cuales son como sus hijos espirituales, Hechos 8:36-39. El pastor y otros ministros no son los únicos que deban bautizar, aunque esto tampoco quiere decir que todos están obligados a hacerlo (Juan 4:1,2; 1Corintios 1:14-19).
CENA DEL SEÑOR.
- Creemos que la cena del Señor es una ceremonia memorial de la muerte expiatoria, de la sepultura, de la resurrección y del retorno personal de Cristo.
- En esta ceremonia participan sólo los creyentes, personas que han nacido de nuevo y que han sido bautizados bíblicamente. Aunque nuestros prójimos no creyentes y los hermanos que aún no han sido bautizados pueden estar presentes como testigos.
- Creemos que los elementos usados en la ceremonia son símbolos que representan la obra salvadora de Cristo Jesús. El Pan representa el cuerpo del Señor que fue torturado y el vino representa la sangre que Cristo vertió en su sacrificio hasta la muerte por los pecados de la humanidad (1 Corintios 11:23-32; Lucas 22:14-20).
- De manera que estos elementos (Pan y Vino) no tienen algún mérito o poder en sí mismos. No creemos en la transubstanciación, doctrina que enseña que el pan y el vino se trasforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo durante la ceremonia.