DEVOCIONAL: La evidencia de la victoria | 1 Juan 2:12-14

DEVOCIONAL 9 1Juan 2.12-14

LA EVIDENCIA DE LA VICTORIA

1 Juan 2:12-14

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno.


PUNTO DE PARTIDA:


En estos versos Juan va a mencionar a tres grupos de personas: "Hijitos, Padres y jóvenes".

¿Quiénes son estas personas? Esto podría interpretarse de tres maneras:

  • Si lo tomamos literalmente, con hijos podría referirse a todos los que aún están bajo el cuidado de sus padres. Padres son quienes están criando hijos y jóvenes son los más independientes.
  • Por otro lado podríamos decir que aquí, los "hijos", los "padres" y los "jóvenes", son las mismas personas, osea la Iglesia de Dios. Pues todos son hijos espirituales pero también tienen que hacer de padres y por esto tienen fuerza como de jóvenes.
  • Otros interpretan que Juan se refiere a tres grupos de personas espirituales que hay dentro de la Iglesia. Los hijitos serían los que recién se han convertido a Cristo. Los padres son aquellos que ya  han crecido y ven por otros. Y jóvenes son los más fuertes y dinámicos.


SOBRE LA MARCHA:

Veamos algunas características especiales que Juan menciona de cada grupo.

  1. Los hijitos:
    • Sus pecados han sido perdonados.
    • Han conocido al Padre.
  2. Los Padres:
    • Han conocido al Eterno.
    • Su conocer es más profundo.
  3. Los Jóvenes:
    • Son fuertes.
    • La Palabra de Dios mora en ellos.
    • Han vencido al maligno.

ALCANZANDO LA META:


Sea como sea, el común denominador, entre estas tres personas, es que Dios las ha hecho victoriosas. El creyente ha vencido sobre el pecado, sobre el mundo y sobre Satanás cuando aceptó a Cristo. Este es el principio de la victoria, la cual no sólo se debe vivir una vez en el momento de la salvación sino que somos llamados a vivir obteniendo esa victoria cada día de nuestras vidas.

De todo esto aprendemos dos principios importantes:

  1. Siempre debemos aprender cómo si fuéramos niños en las manos de su padre.
  2. A la vez que aprendemos debemos mantenernos firmes en ayudar y enseñar a otros como buenos padres espirituales.

En la Iglesia siempre habrá muchos tipos de creyentes, unos más fuertes que otros. Lo importante será cómo nos ayudemos el uno al otro. En este amor colectivo descansa la victoria individual del creyente.


UN REFRESQUITO:


  • "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal." Romanos 12:21
  • "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe." 1 Juan 5:4 
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