ES TIEMPO DE VOLVER. [Dt. 1:6-8]

Sin duda alguna Dios nos mostró que es un tiempo para recordar, y la razón para esto es porque en algún momento de nuestras vidas alguna circunstancia que pasamos, alguna experiencia que vivimos, algunas decisiones que tomamos o caminos que emprendimos nos trajeron a la condición en que ahora estamos.

En estos versos de Deuteronomio vamos a ver que el pueblo de Dios había llegado a una condición tal que le desagradó a Dios y tal vez en estos momentos muchos de nosotros nos encontremos en igual situación. Dios nos dice “Es tiempo de Volver”

A) MIREMOS NUESTRA CONDICIÓN. “Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.” (1:6)

Que importante ha sido la primera lección, aquella en que aprendimos a darle importancia al tiempo en que Dios nos habla. Esta vez el pueblo de Israel fue reunido en Horeb, aquel lugar en donde claramente podían escuchar los planes y la palabra de Dios. Es interesante notar que lo primero que Dios les dice tiene que ver con la condición actual en la que se encontraban. Este pueblo estaba estático, mucho tiempo habían permanecido en un lugar que no formaba parte del plan de Dios para ellos. Finalmente Dios tiene que exhortarles: “Bastante tiempo habéis estado en este monte”. En nuestra vidas solemos edificar nuestros propios montes, y muchos de ellos no están basados en el plan ni en la voluntad de Dios, pero nos agrada estar allí. Con el tiempo nos acostumbramos y nos amoldamos a este tipo de monte que Dios no había escogido para nosotros. La pregunta sería entonces: ¿En que condición te encuentras ahora? ¿estas avanzando por el camino de la voluntad y los planes de Dios? o ¿Quizás te encuentras estático en algún monte que edificaste para ti mismo? Muchas de las cosas que emprendimos son muy buenas, pero Dios siempre esta pidiendo más, avancemos más!

B) MIREMOS CON LA VISIÓN DE DIOS. “Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.” (1:7)

Ahora es importante notar que cuando Dios les pide que salgan de ese monte no les pide meramente que se vallan. Dios les otorga todo el panorama de lo que tiene para ellos, y es específico en ello sin escatimar detalles. Mientras nosotros nos hemos conformado con un lindo ministerio, congregar los domingos, asumir alguna responsabilidad dentro de la iglesia, Dios nos esta impulsando siempre a extender nuestra visión, que alcemos nuestros ojos, miremos lo que él espera que alcancemos. Ahora, Dios nunca nos pedirá algo que no nos haya preparado antes para hacer. Él nos ha dotado de capacidades, dones, talentos, su palabra, su Santo Espíritu, hermanos, maestros, etc. Solo espera que extendamos nuestra visión, y alcancemos a comprender todo lo que podemos lograr con aquello que nos ha brindado. ¿Alguna vez has sentido el llamado de Dios hacia algo dentro de su obra y aun no lo has cumplido? Es tiempo de volver!! Con mucha seguridad Dios esta diciendo como aquella vez: “Volveos e id…” Lo sorpréndete es notar que Dios les pide que dejen aquel monte de las maravillas “por otro monte”, el del Amorreo y todos esos grandes enemigos, es obvio que no es un camino tan fácil y cómodo como se espera, pero tranquilos es Dios quien nos envía.

C) MIREMOS LA PROVISIÓN DE DIOS. Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.” (1:8)

Cuando nos encontramos ante una visión tan grande es casi imposible que no vengan pensamientos de ¿Cómo? y ¿De que manera? a nuestras mentes, pero cuando miremos esta grande visión entendamos que la provisión también es grande. Antes del mandato Dios les da el ánimo: “MIRAD, yo os he entregado la tierra” nuevamente Dios les recalca que miren atentamente toda esa tierra, pero no deberían de verla como tierra ajena sino como una tierra que ya les pertenecía. Entonces da el mandato: “entrad y poseed la tierra…” Tenemos que armarnos de fe y confianza en lo que Dios nos está diciendo. Si él es quien te pide que salgas es porque ya ha previsto todo lo necesario para que puedas llevar a cabo su visión y propósitos. Dios es el primero en alentarte y si Dios te alienta eso debe ser suficiente, aunque el resto del mundo se oponga. Hoy es un tiempo difícil en donde los hombres cada vez más están ocupados en sus propios bienestares y necesidades, llenos de insensibilidad y carentes de propósitos en sus vidas. En un mundo como este Dios nos impulsa a ver donde estamos, considerar su visión, confiar en él y volver!! hay un campo inmenso que conquistar.

-Por Jonatán Córdova.. Bendiciones!