LA BENDICIÓN DE LA SABIDURÍA
1 Corintios 2:1-16
Texto Clave: 1 Corintios 2:9
Habíamos notado, en el anterior bosquejo, que los Corintios habían olvidado muchas bendiciones que habían recibido por gracia y misericordia de Dios. Como ya dijimos, casi todos sus problemas eran consecuencia de su constante olvido.
En este capítulo vamos a ver que ellos habían olvidado que tenían al alcance la sabiduría de Dios como una gran bendición. Pero en la práctica estaban desechando esta sabiduría y vivían según sus propios razonamientos. Por ende, no solo tenían graves problemas, sino que no sabían como resolverlos. Por esto mismo, el apóstol Pablo tiene que recordarles y exhortarles a volver a depender únicamente de la sabiduría de Dios:
A. La Exaltación de pablo a la sabiduría de Dios, vv. 1-5
Para que Pablo pueda redargüir a la iglesia, de volver a abrazar la sabiduría de Dios, primero se presenta a sí mismo como un ejemplo de esta dependencia:
- Pablo se negaba a predicar con sabiduría humana. 1 Co.2:1
- Pablo se basaba sólo en la cruz de Cristo. 1 Co.2:2
- Pablo predicaba con mucho temor y temblor para no depender de él mismo sino puramente del Espíritu Santo. 1 Co.2:3-4
- Pablo fundaba la fe de los creyentes, no en los hombres sino, en el poder de Dios y en Su sabiduría. 1 Co.2:5
Verdad implícita: La sabiduría de Dios es la fuente principal de madurez para el creyente. Es un tesoro que debe ser debidamente apreciado, amado y alabado en el pueblo de Dios.
Referencias: Romanos 11:33; Proverbios 8:11; 2:4-5
B. El acceso limitado a la sabiduría de Dios, vv.6-11
Si bien la sabiduría de Dios está al alcance de todos, no todos la disfrutan. Muchos buscan sabiduría en los lugares o personas equivocadas. La Biblia nos enseña que la profundidad de la sabiduría de Dios es solamente para aquellos que son hijos de Dios y que cumplen ciertas condiciones:
- La sabiduría de Dios no se alcanza con grandeza terrenal. 1 Co.2:7-8
- “No de este siglo”.
- “Ni de los príncipes de este siglo”.
- La sabiduría de Dios es un misterio revelado sólo para algunos.
- Para los que han alcanzado madurez. 1 Co.2:6
- Para los que viven amando a Dios. 1 Co.2:9
- Para los que viven guíados por Espíritu Santo. 1 Co.2:10-11
Verdad implícita: Sólo los hijos de Dios tienen el privilegio de tener la sabiduría de Dios morando en ellos mismos. Sin embargo, para que podamos usar esta sabiduría debemos crecer y esforzarnos en la vida espiritual.
Referencias: Mateo 11:25; Santiago 1:5; Hebreos 5:15
C. Los propósitos de la sabiduría de Dios, vv.12-16
Dios nos brinda su sabiduría pero también nos dice para qué debemos usarla:
- Para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1 Co.2:12
- Para que hablemos conforme a la palabra de Dios. 1 Co.2:13
- Para que juzguemos bien entre todas las cosas. 1 Co.2:14-15
- Para que pensemos con la mente de Cristo. 1 Co.2:16
Verdad implícita: A menudo nos sentimos tentados a pedir sabiduría para nuestros propios propósitos, pero la enseñanza es clara: la sabiduría divina no es para ser usada a nuestro antojo sino como Dios quiere que la usemos. Tal vés esa es una de las razones más importantes del porqué muchas veces no recibimos la sabiduría que pedimos.
Referencias: Santiago 4:3; Efesios 3:10
CONCLUSIÓN:
La epístola de 1 Corintios registra, por lo menos, unas 9 veces la sabiduría de Dios. Hay una gran importancia en este tema para las vidas personales de cada creyente en el día de hoy, también para nuestra convivencia y labor como pueblo de Dios.