PUNTO DE PARTIDA:
Si antes no quedó claro para alguno, en este capítulo se expone de manera contundente que Dios no desechó a Israel. Prueba de esto es que Pablo mismo era israelita y un escogido por Dios que había alcanzado la salvación por la fe en Cristo (Ro.11:1).
En Resumen, Pablo nos cuenta que es lo que pasó con la nación judía:
- Como en la antigüedad (Ro.11:2-4), ahora también Dios ha escogido un remanente por gracia (Ro.11:5-6).
- El resto, al no buscar a Dios con fe, e intentar y creer cumplir con las demandas divinas por sus propios esfuerzos, tropezaron en la roca que Dios puso para salvación (Cristo) (1Pedro 2:6-8).
- El calor para derretirlos terminó endureciéndolos debido a sus necios corazones (Ro.11:7-8).
- La invitación al banquete se convirtió en red, tropiezo y retribución (Ro.11:9).
- La luz que debía ayudarlos a ver, terminó cegándolos (Ro.11:10).
SOBRE LA MARCHA:
De la misma manera que el calor del sol puede derretir la cera y endurecer el barro, la Palabra de Dios derrite el corazón del que cree y endurece al que le rechaza. No es que Dios haya elegido hacer una cosa sobre unos y otra sobre los demás. Dios otorgó su calor de soberanía y misericordia en todos por igual, pero el efecto es diferente en unos y en otros, dependiendo del tipo de corazón con el que reciban el mensaje.
¿Esto anula la responsabilidad del hombre? No, le hace más responsable todavía.
ALCANZANDO LA META:
La responsabilidad no es de Dios sino del hombre al decidir qué hacer ante la Palabra.
Pero así como el aceptar un regalo no transforma a éste en premio, creer no hace de la salvación un mérito humano.
Y usted ¿Se derrite o se endurece ante la Palabra de Dios? ¿Cree en la salvación que Dios ofrece a través de Su Hijo (Ro.10:13) o queremos lograr nuestra justicia por mérito propio (Ro.9:31-32)?
UN REFRESQUITO:
Proverbios 28:14 | "Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas el que endurece su corazón caerá en el mal."
Romanos 2:5 | “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,”
Salmos 139:23-24 | "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno."