PUNTO DE PARTIDA:
Los capítulos 9, 10 y 11 son una sola sección que nos explica que es lo que sucede con Israel durante el tiempo de la Iglesia. El capítulo 9 nos habla sobre su elección como pueblo y su fracaso, el capítulo 10 trata sobre su situación actual de endurecimiento y la necesidad de llevarles el evangelio, mientras que el capítulo 11 nos dice que sucederá con ellos en el futuro. Meditemos en el pasaje de hoy:
- Antes que nada, Pablo declara su amor por Israel, expresando su dolor por ellos y su deseo de ser salvarlos aún si tendría que morir en lugar de ellos (Ro.9:2-5).
- No fue un cumplido, sino una realidad atestiguada por el Espíritu Santo. Lo cual demuestra que Dios también los amaba y deseaba su salvación (Ro.9:1).
- Sin embargo, sólo aquellos israelitas que creen en Jesús pertenecen al pueblo de Dios junto a los gentiles que comparten esta misma fe. Pablo muestra que el pertenecer al pueblo de Dios siempre fue por fe en la promesa de Dios y no por pertenecer a un pueblo o grupo específico (Ro.9:6-9).
SOBRE LA MARCHA:
Todo esto dependió de la soberana decisión de Dios. Los judíos tendrían algunas quejas al respecto, arguyendo que ellos eran los únicos elegidos, pero la soberana voluntad de Dios era que también los gentiles recibiesen la misma gracia por medio de la fe.
De la misma manera que Dios, soberanamente, eligió a Israel para cumplir su propósito, ahora decide hacerlo incluyendo a los gentiles (Ro.9:10-13).
Esto no es injusto para nadie, ya que el gentil se salva sin mérito alguno y el judío se condena por su propia responsabilidad. Esa ha sido la voluntad soberana de Dios, no depende de nadie ni de nada más (Ro.9:14-16).
ALCANZANDO LA META:
Todo Israel pudo haber sido salvo si se amoldaba a la justicia de Dios, por la fe en Cristo, pero por su dureza ahora sólo miran amargamente como el favor de Dios alcanzaba a un pueblo que ellos consideraban indignos. Sin embargo, a pesar de esto, Pablo estaba dispuesto a hacer lo necesario para que ellos escucharan el evangelio, ya que si bien no podían ser salvos como nación si podían alcanzar gracia individualmente por el glorioso evangelio de Cristo. (Juan 3:16)
Pablo tenía un gran amor y una gran pasión por los perdidos. Como ya vimos, esto no procedía de él sino que Dios ha derramado Su perfecto amor sobre el corazón suyo y por eso vivía para los demás como lo aprendió también de Cristo. Así como Pablo, nosotros también necesitamos revestirnos de la compasión de Cristo para mirar a los perdidos como Él los miraba, como ovejas dispersas sin un pastor (Mateo 9:36).
¿Amas a los perdidos? ¿Qué estas dispuestos a dar para alcanzarlos?
Nuestro amor se mide por lo que entregamos…
¿Qué más podrías entregar hoy?
UN REFRESQUITO:
Hechos 4:20 | "porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído."
2 Timoteo 4:1-2 | "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina."
1Timoteo 1:15 | "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero."
