Todos quieren vivir sin enojo, pero no todos asumen su responsabilidad y obediencia a Dios en vivir despojándose del enojo. Hace falta la humildad necesaria para saber recibir el consejo puro de la palabra de Dios. Y asumir esta verdad sobre sus vidas cotidianas, allí donde esta el verdadero culto a Dios, nuestro Señor.
Al empezar esta nueva serie, no imaginé que el tiempo de la publicación de este tema se iba a extender tanto. Las reacciones de las personas han sido muy emotivas para mí. Muchos se identificaron de inmediato con el tema y decidieron ser consecuentes con la palabra de Dios. Ellos asumieron con humildad su responsabilidad y me animaron a continuar escribiendo, al mismo tiempo que animaban a otros. Este tipo de corazones son los más inmediatos a tener victoria sobre el enojo.
Sin embargo, hubieron otras personas que tuvieron una reacción ajena, simplemente dijeron: “no me gusta este tema” y eso, a pesar de que se identificaban con el mismo. Este tipo de corazones pertenece a aquellas personas con un egocentrismo más elevado, que no les permite admitir su responsabilidad, y se vuelven expertas en crear cada vez más y nuevas justificaciones; que más bien, son excusas o pretextos vanos. Estas personas no son peores que nosotros, necesitan de comprensión y enseñanza paciente, hay que alentarlos y ganarlos.
Las personas que viven tratando de justificar su responsabilidad:
- Pueden llegar a vivir una vida de mentiras hacia ellos mismos. Leamos con atención: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” tal ves no lo hayan notado antes, pero en el contexto inmediato de este capítulo se está hablando sobre desechar la ira, y todo lo semejante a ella, cosas que Dios considera: “inmundicia y Abundancia de malicia” [Stg 1:19-22].
- Fácilmente se vuelven hipócritas. Hipócritas ante Dios, ante si mismos, y ante los demás; ya que las excusas solo cauterizarán su conciencia, y no le dejarán vivir la plenitud de su fe y gozo en Cristo con los demás.
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria” Filipenses 2:2,3
“Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida” 1 Timoteo 1:5 - Responsabilizarán de todo a Dios. Ya que estas personas no quieren reconocer su propia responsabilidad, la consecuencia inmediata es que “Dios se equivocó”
- Hará sentir culpable a otras personas más de la cuenta. En un caso de discordia o manifestación de enojo, la persona que encuentra excusas perfectas para su enojo, hiere los sentimientos de la otra persona. Ambos tienen que asumir su parte de responsabilidad
- Puede que Jamás lleguen a vencer el enojo, en todo caso les será mucho más difícil que a los demás. La Escritura dice: “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Santiago 1:20). Jamás Dios obraría contradiciendo sus propios principios. Para despojarnos del enojo, debemos hacerlo a la manera de Dios, no hay otra.
ALGUNAS EXCUSAS COMUNES PARA EL ENOJO:
1. AFIRMAR QUE OTROS SON LOS RESPONSABLES POR TU ENOJO O AMARGURA.
“Tú me haces enojar” “Yo no reniego por simple gusto, sino que a mí me hacen renegar”
Insistir en esto no le ayudará mucho; ya que el pecado del enojo, al igual que todo pecado, es personal. No puede responsabilizar a nadie de aquello que solo le compete vencer a usted.
La Biblia muestra un claro ejemplo de ello cuando el Apóstol Pedro está demandando a servir de buena gana a los demás, como al Señor mismo. Y en medio de esto, le dice a los criados: “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente” [1 Pedro 2:18] (Recuerden que Pedro está enfatizando desde el corazón, 1Ped.5:4). Lo que Pedro está diciendo aquí, es que vivamos dependiendo del gozo del Señor, y que no hay motivos para lo contrario, pese a como sean las personas.
Tomemos esto para la actualidad, por ejemplo los padres que acostumbran a venir del trabajo muchas veces a desfogar en casa todo lo que sus jefes han hecho con ellos, o la clientela, o las personas, etc. Nadie, por más que haga lo que te haga, es el culpable de que seas vencido por el enojo, pues Dios te ha llamado a victoria sobre la carne y sus concupiscencias.
“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” Santiago 4:1
Ante esta excusa la Biblia te dice: NO HAY MAS RESPONSABLES POR TU ENOJO QUE TÚ MISMO.
2. AFIRMAR QUE EL PASADO TE LLEVO A ESTO.
“tú no conoces mi vida” “mis padres me formaron así, ellos tienen la culpa” “yo no era así, hasta que me hicieron…”
Cuando usted afirma esto, esta declarando que el pasado es superior a la obra actual de Cristo; y que todo lo que él hizo, en realidad, es algo vano. Estoy seguro que usted no diría esto de manera literal, pero con esa actitud lo grita. Su pasado no debe ser un cárcel, sino una escuela. Esas cosas que usted pasó deben enseñarle a tratar mejor a las personas, a tomar buenas decisiones y a vivir por encima de sus emociones, pues ello no es más fuerte que Cristo y su obra en en usted.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante...” Filipenses 3:1
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Isaías 43:18,19
“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” 1 Corintios 1:11
3. AFIRMAR QUE ESO ES ALGO NATURAL EN TI.
“Así es como soy” “Es mi temperamento”
Nuevamente nuestro “Yo” va por delante de Cristo. Esto es orgullo dígase en el tono o la actitud en que se diga. Lo que somos de manera natural, es muerto gracias a la vida de Cristo viviendo en nosotros. Si estamos en Cristo toda la antigua manera de ser; es decir, mi forma natural de ser, es reemplazado por la sobrenatural: “El control del Espíritu Santo y su fruto en nosotros” Gálatas 5:22.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 1 Corintios 5:17
4. AFIRMAR QUE ES MUY DÉBIL.
“No puedo con mi genio”; “intento de todo pero no se puede” “Es mi debilidad pero todo va bien”
Cuando usted afirma que es demasiado débil como para despojarse del enojo, contradice la Escritura la cual le asegura que Cristo le ha hecho más que vencedor en ¡todas las cosas! (Rom 8:37), y que aquél que esta en usted es mayor que Satanás y el mundo entero. (1Jn 4:4)
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” 1 Corintios 1:12.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7.
5. AFIRMAR QUE ES UNA FORTALEZA EN TI.
“Soy así para ser fuerte”; “Es bueno ser así para que no te hagan daño”; “si no lo hago se me suben a la cabeza” ;“sino, no me obedecen”
La fortaleza del creyente radica solo en su Señor. No es “menos” ser débil para dejar que Cristo se haga fuerte en nosotros, él nos ha dado de su gracia y podemos acogernos a ella. Según el contexto de los versos que vamos a leer ahora, la gracia que se le dice a Pablo en que se baste, no se la dice de una manera conformista, sino como el contexto lo dice, era “TODO el PODER de DIOS”, que peleaba a su favor. Si eres creyente tu verdadera fortaleza tiene que venir de Cristo, jamás de ti mismo!
“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2Corintios 12:10
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9
OTRAS EXCUSAS:
- Confundir el enojo con el “carácter”: “es que soy de carácter fuerte”.
El carácter no es temperamento, más bien, el carácter debe dominar al temperamento. Somos llamados a tener el carácter de Cristo, y en dichas características no cabe el enojo pecaminoso o carnal.
- Verlo como algo natural y normal: “todos se enojan”.
- Justificarlo de una manera bíblica: “Jesús se enojo” “Dios es un Dios de ira” (ahondaremos más en la siguiente publicación)
- Ignorancia: “nadie me enseño” “Nadie trabajó en mi vida” (Bueno después de leer esto ya no tendrás más excusas de ignorancia) [Una sonrisa]
Continúa en: EL ENOJO SANTO Y EL PECAMINOSO.