Romanos 2:4-5 | BREVE RESPUESTA AL CALVINISTA QUE LIMITA EL OBRAR DE DIOS

BREVE RESPUESTA AL CALVINISTA QUE LIMITA LA OBRA DE DIOS

He escuchado y leído a muchos calvinistas decir cosas como: La obra de expiación ha sido efectuada de manera potencial y suficiente para todos pero efectivamente para los elegidos. En cristiano, lo que quieren decir es que el sacrificio de Cristo es tan poderoso que podría rescatar a todos los hombres, pero que Dios ha querido pagar el rescate sólo de sus elegidos. Ante esto, el hombre no podría objetar nada ya que Dios no tiene ninguna obligación de salvar a todos.

El calvinista cree, muy sinceramente, que Dios muestra su amor salvando a unos pocos y a la vez muestra su justicia dejando a los demás al peso de su propia condenación. Para ellos, Dios no hace nada por condenarlos pero tampoco hace nada por salvarlos, ya que es “soberano”.

Además, ellos plantean que si acaso Cristo hubiera muerto en la cruz por todos los hombres, entonces la cruz fue el más grande fracaso de Dios, ya que son muchos más los que se condenan que los que se salvan.

¿Cómo debemos responder?

Para este tipo de propuestas, a veces es mejor responder con la mayor sencillez posible, sin entrar en ningún juego de palabrerías o contiendas, pero con una gran contundencia bíblica. Como ejemplo, usaremos Romanos 2:4-5.

“¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios”, Romanos 2:4-5

Este pasaje es tan claro de entender que no necesita una extensa explicación. Pero, de todas maneras, es necesario señalar el error que usan algunos, torciendo varios versículos, para decir que la misericordia y la gracia de Dios son limitadas a unos pocos, y que sencillamente Él no hace nada por salvar al resto, bajo la sola razón de "que no tiene la obligación de hacerlo".

La Biblia expone lo contrario: El querer y el hacer de Dios por salvar a todos.

Dios extiende su bondad hacia todos los pecadores por igual, buscando que éstos se arrepientan, esta es una verdad que también se confirma con claridad en 2 Pedro 3:9,15.

La Biblia muestra un claro apasionamiento de Dios por salvar, aun al pecador que le rechaza; como por ejemplo, cuando Jesús llorando exclamó:

"!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!" (Lucas 13:34)

Este verso no sólo demuestra el querer sino la acción de Dios por salvar una y otra vez a un pueblo terco (Ro.10:21), al punto que Él mismo vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Mt.18:11). Luego, habiendo tenido tanta oportunidad de Dios, y habiéndolas rechazado siempre, el castigo sobre ellos se hace enteramente justo.

¿De dónde viene esta necesidad por salvar a todos?

Podríamos decir que es intrínseca en Él, obedece únicamente a Su carácter. Dios no sólo es soberano y justo, también es misericordioso y lleno de amor y bondad. Sus atributos jamás pueden contradecirse, más bien todos se complementan.

Pablo expone esta armonía en sus perfecciones, cuando enfrenta al pecador, de la siguiente manera:

"¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios," (Ro.2:4-5)

Allí lo tenemos, Dios aplicando sus atributos por igual al mismo pecador. Le brinda benignidad para que se arrepienta.

Esta inmensa riqueza de la misericordia divina, en sus múltiples formas, debería llevar a todo pecador al arrepentimiento, a cambiar de mentalidad respecto de Dios y de sí mismo.”
Henry, Matthew & Lacueva, F. Comentario Bı́blico MH (p. 1572).

Pero cuando éste endurece su corazón y no quiere arrepentirse (“Por tu dureza y por tu corazón no arrepentido”, tener en cuenta que no es que Dios le haya endurecido para que no se arrepienta, eso sería una grave contradicción), Dios manifiesta un justo juicio para él. En cambio, si Dios le endureciera para que no se arrepienta y luego le condena por no arrepentirse, con toda razón podríamos decir que sería una injusticia.

Pablo presenta a pecadores endurecidos y no arrepentidos atesorando ira para sí mismos, como si estuviesen acumulando una fortuna de oro y plata. Pero, ¡qué fortuna será en el día en que la ira de Dios sea finalmente revelada en el juicio del Gran Trono Blanco! (Ap. 20:11–15) En aquel día se observará que el juicio de Dios es absolutamente justo, sin parcialidad ni injusticia de clase alguna.”
MacDonald, W. Comentario Bíblico (p. 757).

Podemos decir entonces, que Dios no elige a algunos para salvarlos y abandonar al resto. Dios elige salvar a todos por medio de Cristo o condenar a todos si están fuera de Cristo. Esto nos lleva a responder otra de las cuestiones o falacias argumentativas que los calvinistas suelen usar para tratar de ridiculizar la expiación ilimitada. Ellos dicen que si Cristo hubiera muerto por todos entonces su sangre se derramó en vano pues no todos se salvarán.

Que Dios haya querido salvar a todos, pero que no todos se salven ¿Significa que Dios ha fracasado?

No, esta no es una contradicción ni un fracaso de Dios. Eso es absurdo; porque la Biblia expone continuamente que la cruz de Cristo no sólo es para salvar sino también para enjuiciar, Pablo llama a esto el justo juicio de Dios revelado (Ro.2:5; Hch.17:30-31).

De manera que, Cristo puede ser una roca de fortaleza para los que se refugian en él, o él mismo es la roca de tropiezo para los que, refugiándose en cualquier otra cosa, le rechazan (Rom.9:33). No olvidemos que él mismo dijo: "he venido a salvar" pero también dijo "para juicio he venido a este mundo" (Jn.9:39). Así que, independientemente de que algunos se salven y otros se condenen, la muerte de Cristo siempre habrá sido eficaz delante del trono de Dios. Jamás habrá fracasado, pues la misericordia y la justicia de Dios se habrán mostrado igual para con todos.

Conclusión:

Nunca nadie podrá culpar a Dios por no haberle brindado la oportunidad de salvar su alma. No dejes que el enemigo te introduzca esos pensamientos por medio de filosofías absurdas. Mejor cree a la palabra de Dios.

Si usted aún no tiene seguridad de salvación. Arrepiéntase ahora, y entregue su vida a Cristo. Él no ha cerrado la puerta a ninguno.

Termino mostrándote el pasaje en otra versión:

"Tienes que entender que Dios ha sido muy paciente y bondadoso contigo, esperando que cambies. Pero tú piensas que su paciencia nunca termina y no te das cuenta de que él es bueno contigo para que cambies tu vida. Pero eres terco y no quieres cambiar, así que sigues acumulando la ira de Dios. El castigo te llegará el día en que Dios muestre toda su ira. Ese mismo día, Dios mostrará que juzga correctamente y con justicia." (Ro.2:4-5; PDT)